Gerardo Díaz Valles
Es increíble el abandono material y doble moral que se oculta detrás del
tema de los perros y las mascotas, el control animal en el municipio de
Playas de Rosarito, actualmente en su X Ayuntamiento y ensayo sobre el
tema.
En nuestra vida reporteril hemos conocido a personas maravillosas que
literalmente han dado parte de sus años y calidad de vida, para tratar
de revertir este abandono escandaloso que tenemos en el tema, no solo en
Rosarito, también en todo Baja California.
Por ejemplo, en Mexicali unos perros sueltos le arrancaron la pierna a
un pobre desgraciado, pero nada pasó en las denuncias y Fiscalías, pues
todo se perdió en una miserable burocracia.
Debió pasar la brutal muerte de una ancianita por parte de una jauría de
perros para que las mismas autoridades se pusieran a trabajar al
respecto. En el Congreso las y los diretados se desgastan en discusiones
eternas, con muchas ideas y pocas acciones, con exhortos como si fueran
las "llamadas a misa".
Mientras que la gobernadora Marina del Ruedas hace corazones, abraza a
perros y gatos para publicitar el primer santuario u refugio de animales
que bien a bien nadie sabe cómo garantizará su autosuficiencia y
permanencia con el paso de los años, cuando el sistema de pensiones y de
seguridad social de los trabajadores al servicio del estado se cae a
pedazos, cuando a muchos maestros no les pagan a tiempo, cuando los
policías ni siquiera tienen homologado su salario, a pesar de que viven
en riesgo permanente y, en cambio, les exigimos la seguridad que no
somos capaces de dársela a ellos, a sus esposas e hijos.
Lo dicho, pura doble moral, poses frívolas y verdades a medias. Pero hay
esperanza, claro, en las asociaciones de voluntarios, animalistas y
donadores altruistas, en su mayoría residentes extranjeros y
veterinarios con probada responsabilidad social. #CNDigital
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